Juan Gonzalez Bolivar, por su parte, tambien toca tierra. A partir de su casa construye su propia habitat. "Desde su ventanal" evoca el universo de su memoria, de aquella que hoy vive, de aquella que aun vive; imaginario de recuerdos que nos sugieren palparlas de cerca. Un trazo primario se torna gesto emocional, envuelve el espacio, plasma lo cotidiano, lo interpreta, lo retiene, retrata al ser, a cada uno de lo suyos, a sus propias acciones, a las nuestras, las deja alli, como un todo, desnudas a la interperie.
Alberto Asprino, Caracas, 2005.
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